jueves, 10 de diciembre de 2009

Nueva evaluación Enero 2010


Refuerzo grado 10, Enero 2010

1. Apliqué el método de lectura a cada una de los textos del documento. (Este capitulo: ¿Qué expresáis grabando “no future” en vuestros pupitres? (Descargue aquí el documento) , es tomado de Antimanual de Filosofía de Michel Onfray, Edaf Madrid, 2005?

* Lea el documento completamente tres veces
* En la primera lectura del documento realice un barrido general y no se detenga así no entienda algo.
* En la segunda lectura subraye las ideas principales, deténgase en las partes que no entienda, busque el significado de los términos que desconozca.
* En la tercera lectura, realice un breve resumen con las ideas centrales, responda las preguntas qué encuentra en el texto y si este no tiene preguntas realícelas usted y trate de responderlas.

* Recuerde que el documento tiene varias sublecturas: La primera que comienza con un texto de Michel Cioran, luego uno de Anna Arendt, uno de San Agustín, otro de Condorcet, Hegel y Kant. A cada una de estas le debe aplicar el método de lectura para entenderlas bien.

2. Defina el término: HISTORIA desde las ideas que aparecen en todo el documento, construya con estas su definición, ojo es desde el texto no la que encuentre en un diccionario.

3. Haga lo mismo del punto anterior con el término PULSIÓN DE VIDA, PULSIÓN DE MUERTE.

4. Busqué el significado del término Historia (encuentre el significado aqui) en el diccionario de filosofía de José Ferrter Mora, en el blog lo encuentra y compárelo con el de la lectura.


5. Según el texto de Cioran ¿Por qué la historia no tiene sentido?

6. ¿Qué conclusiones podemos sacar de la pregunta que se plantea al principio del texto?

7. Recuerde que debe entregar el taller con cada de unos de estos puntos (El cual no tiene nota, pero es requisito para presentar el examen, el taller le sirve para el estudio y pasar la prueba escrita satisfactoriamente)

Imagen de http://blog.pucp.edu.pe/media/229/20080327-lapiz.jpg

Definición de Historia, Diccionario de Ferrater Mora


DEFINICIÓN DE HISTORIA SEGÚN EL DICCIONARIO DE JOSE FERRATER MORA



HISTORIA. El término griego i)=stori/

a significa "conocimiento adquirido

mediante investigación", "información

adquirida mediante busca". Éste

es el sentido que tiene i)stori/a en el

tratado aristotélico Peri\ ta/ zw=a

i)stori/a , Historia animalium. Como la

investigación o busca aludidas suelen

expresarse mediante narración o

descripción de los datos obtenidos,

'historia' ha venido a significar "relato

de hechos" en una forma ordenada, y

específicamente en orden cronológico.

Siendo la historia un conocimiento

de hechos o de acontecimientos y, en

cierta medida, un conocimiento de

"cosas singulares", el vocablo 'historia'

ha sido usado en diversos contextos.

Francis Bacon concebía la historia

como conocimiento de objetos determinados

por el espacio y el tiempo.

Se trataba de un conocimiento de

hechos y no de "esencias" o de "naturalezas".

Por ello la historia se divide,

según Bacon, en tres grandes sectores:

la historia de la Naturaleza, la historia

del hombre y la historia sagrada. Todavía

es común distinguir entre "historia

natural" e "historia humana",

pero hay tendencia a usar "historia"

solamente en relación con asuntos humanos.

En el presente artículo trataremos

de la historia primordialmente

como "historia humana". Nos referiremos

tanto a la historia propiamente

dicha, o contenido de la historiografía,

como a la historiografía (disciplinas

históricas, ciencia histórica, etc.).

De acuerdo con una de las "Observaciones" que figuran al principio de la

presente obra, escribiremos "historia"

al referirnos a la realidad histórica, e

"Historia" al referirnos a la ciencia

histórica o historiografía. Sin embargo,

en algunos casos esta convención

no resulta suficiente. En efecto, en la

llamada "filosofía de la historia" se

trata tanto de la realidad histórica

como de las disciplinas históricas, siendo

a veces difícil distinguir entre una

y otra. El inconveniente que ofrece

esta frecuente ambigüedad está a menudo

compensado con una ventaja: el

de que, en rigor, ciertos conceptos se

refieren tanto a la "historia" como a

la "Historia" y a las relaciones entre

ambas.

Nos ocuparemos aquí de la historia

—y de la Historia— en cuanto objeto

de reflexión filosófica. Esta reflexión

ha recibido, desde Voltaire, el nombre

de "filosofía de la historia". Bajo

este nombre se entienden muy diversas

investigaciones, análisis y especulaciones.

Las ordenaremos bajo dos

secciones: (I) Filosofía formal de la

historia (y, reiteramos, de la Historia)

y (II) Filosofía material de la historia.

Los adjetivos 'formal' y 'material'

son usados aquí como nombres cómodos

y relativamente adecuados. Pero

su significado es más amplio —e, inevitablemente,

más vago— del que

tienen tales adjetivos en otros contextos.

En efecto, bajo el nombre 'formal'

entendemos todas las investigaciones,

análisis y hasta especulaciones que se

ocupan de la naturaleza de la realidad

histórica, de los hechos históricos, de

los conceptos fundamentales de la

Historia, etc., etc. independientemente

de la historia "concreta", la cual es

traída a colación usualmente a modo

de ejemplo y aclaración de las nociones

presentadas. Bajo el nombre

material' entendemos todas las investigaciones,

análisis y, sobre todo, especulaciones

que tienen como objeto

directo la historia "concreta" y que

aspiran a ordenar los hechos históricos

de diversos modos. La filosofía formal

de la historia (y de la Historia) es

principalmente, pero no exclusivamente,

de carácter crítico. La filosofía

material de la historia es principalmente,

pero no exclusivamente, de carácter

especulativo. La filosofía formal

se ocupa primariamente de conceptos;

la material, primariamente de hechos.

Aunque mantendremos la apuntada

división de la filosofía de la historia

en dos secciones, no olvidaremos que

se trata de una división en gran parte

convencional. En efecto, no es infrecuente

que problemas "materiales" se

entremezclen con problemas "formales"

y viceversa. La dificultad de distinguir

entre lo "formal" y lo "material"

en el sentido aquí introducido se

manifiesta también en la exposición de

las ideas de los propios filósofos de la

historia. San Agustín, Hegel, Spengler,

Toynbee, etc., son considerados como

filósofos "materiales" de la historia,

pero hay en ellos abundantes consideraciones

del tipo de las que llamamos

"formales". Por otro lado, Rickert,

Collingwood y filósofos "analíticos"

como Hempel, Mandelbaum, etc. son

considerados como filósofos "formales"

de la historia, pero hay en algunos

de ellos ciertas consideraciones

que implican ideas sobre la "filosofía

material de la historia".

I. Comenzaremos con la filosofía

formal de la historia. Según indicamos,

lo más característico de ella es

que, en vez de ocuparse de ordenar la

historia "concreta", interpretarla y

buscar acaso su "sentido último", se

ocupa de los conceptos por medio de

los cuales se entiende, o puede entenderse,

la realidad histórica, así como

de los conceptos básicos usados en la

Historia (o historiografía). Los problemas

de la filosofía formal de la

historia (y de la Historia) pueden clasificarse

en los grupos siguientes.

Problemas ontológicos. Algunas de

las cuestiones planteadas en este respecto

son las siguientes: ¿Qué tipo de

realidad es la realidad histórica?; ¿En

qué se distingue la realidad histórica

de la realidad natural?; ¿Cuál es la

naturaleza de los hechos históricos?

Las respuestas dadas a estas preguntas

y otras similares son múltiples.

Mencionemos algunas a modo de

ejemplos. Según algunos, la realidad

histórica es una realidad sui generis,

distinta de cualesquiera otras realidades.

La llamada "historicidad" no es,

según ello, una mera característica formal

de lo histórico, sino algo así como

el constitutivum de la realidad histórica.

Según otros, la realidad histórica

no se distingue fundamentalmente de

otras realidades y hasta puede reducirse

últimamente a la realidad natural.

Ciertos autores indican que los

hechos o acontecimientos históricos

son únicos e irrepetibles, en tanto que

los hechos o acontecimientos naturales

son repetibles. Así, la Historia es una

ciencia idiográfica en tanto que la física

y otras disciplinas naturales son

ciencias nomotéticas (véase NOMOTÉ-

TICO ).

Problemas epistemológicos. Con frecuencia

presuponen algunas de las

cuestiones anteriores, pero pueden formularse

separadamente. Los problemas

epistemológicos conciernen primariamente

a la relación sujeto cognoscente-

objeto conocido (o cognoscible)

en el campo de la historia. Algunas

de las cuestiones planteadas en

este respecto son las siguientes: ¿Es el

conocimiento histórico un conocimiento

de leyes?; ¿Es un conocimiento "inmediato"

fundado en alguna forma

de "experiencia humana"?; ¿Es el material

histórico fundamentalmente conceptualizable

o simplemente intuible?;

¿Hay en la Historia categorías, y cuáles

son éstas?; ¿Es la Historia una

"ciencia social"?; ¿Qué es la verdad

histórica y cómo difiere (caso que difiera)

de otras concepciones acerca de

la verdad?; ¿Se refieren los juicios

históricos solamente a individuos, o

bien a alguna clase de "universales"?;

¿Son las leyes históricas distintas o no

de las leyes naturales?

Hay asimismo muy diversas respuestas

a las cuestiones citadas. Limitémonos

a mencionar algunas. Según

varios autores, el conocimiento histórico

es conceptualizable, aunque de

modo distinto del natural. Otros indican

que es conceptualizable de modo

semejante, o idéntico en principio, al

natural. Otros manifiestan que no es

conceptualizable y que es simplemente

directo e "intuitivo". Para algunos, la

Historia es reducible a alguna

"ciencia social", tal como la sociología,

de forma que las leyes sociológicas

pueden explicar en principio enteramente

los acontecimientos históricos.

Para otros, la Historia no es reducible

a ninguna otra ciencia, ya sea por su

carácter peculiar, ya porque, en última

instancia, no es propiamente una

"ciencia".

Hemos indicado antes que muchos

de los problemas epistemológicos están

estrechamente ligados a los que

hemos llamado "problemas ontológicos".

Algunas de las cuestiones antes

citadas muestran que tal efectivamente

ocurre. Podríamos añadir a ello

otras cuestiones que es difícil clasificar

como epistemológicas o como ontológicas

y que podrían llamarse "críticas": son cuestiones tales como las

siguientes: ¿Hay factores causales primarios

en la historia? En el caso de

que los haya, ¿se trata de factores

"materiales" —como las relaciones

económicas, las razas, etc.— o bien

"ideales" — como las ideologías, el

"espíritu de las épocas", etc.?; ¿En

qué consiste propiamente la "explicación

histórica"?; ¿Se explican los

hechos históricos mediante leyes parecidas

—aunque no necesariamente

idénticas— a las leyes naturales, o

bien mediante una especie de "sentido"?


Imagen de http://www.larioja.gov.ar/isft/images/stories/historia.jpg


miércoles, 22 de julio de 2009

Heráclito



La vida en movimiento

Abrir y leer publicación - Free publishing - More presocraticos


Fuente de los textos http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/9/Usr/ibjoa/Filos/index.html


Imagnen de http://s3.amazonaws.com/lcp/noha/myfiles/cascada.jpg






Heráclito de Éfeso (544-484 a.C., aprox.):

• Afirmó radicalmente que todo cambia y nada permanece; el universo es un continuo devenir en el que nada es idéntico consigo mismo porque todo está sometido a continuas transformaciones. El mundo está en flujo permanente, por lo que «no es posible introducirse dos veces en el mismo río, tocar dos veces una sustancia mortal en el mismo estado, dado que por el ímpetu y la velocidad de los cambios se dispersa y vuelve a reunirse, viene y desaparece» (Fr. 91). Esto casi le aboca a una actitud irracional ante lo real.

La ley que rige el universo es la «lucha de contrarios», pues en sus extremos los contrarios se funden en una sola cosa (Dios es día-noche, invierno-verano, guerra-paz, hartazgo-hambre. Cambia como el fuego). Esto significa que la realidad tiene una estructura contradictoria. Todas las cosas surgen de la contradicción y la discordia: «La guerra es el padre y rey de todas las cosas» (Fr. 53); «la guerra es común a todas las cosas y la justicia es discordia, y todas sobreviven por la discordia y la necesidad» (Fr. 80).

• Pero la contradicción engendra armonía: «Lo contrario llega a concordar, y de las discordias surge la más hermosa armonía» (Fr. 8). La armonía que caracteriza al universo no es una armonía estática, sino dinámica: un «equilibrio dinámico de tensiones entre contrarios», una armonía tensa, como en el arco o la lira (Fr. 51), aunque difícil de comprender para los hombres. De este modo anticipó con acierto lo que será conocido después como pensamiento dialéctico.

EL LOGOS COMO PRINCIPIO DE TODAS LAS COSAS

· Los cambios -el devenir- no suceden de modo caótico o irracional, sino de acuerdo con ciertas leyes y principios. A todos los cambios del universo subyace un mismo y único principio que los explica. En el universo hay una ley única, una razón oculta, un lógos que todo lo orienta y unifica. Afirma que esa razón universal está también en el hombre, y constituye su propia razón. Por eso el orde de lo real es compatible con el orden de la razón. Tanto la mente humana como la realidad están regidos por las mismas leyes. El problema es que la mayoría de los hombres parecen distraídos y sonámbulos:

«Aunque el lógos es común, la mayoría vive como si no poseyese inteligencia propia. Aunque escuchan no entienden. A ellos se les aplica el proverbio: "Presentes pero ausentes". El lógos, que es eterno, no lo entienden los hombres al escucharlo por primera vez ni después de que lo han oído. Los que velan tienen un cosmos único y común; lo que duermen retornan al suyo propio y particular» (Fr. 2, 34, 1, 89).• La filosofía de Heráclito tiene una orientación «trágica», racionalista y aristocrática. El alma humana es una parte del cosmos; tiene naturaleza ígnea ("fogosa") y está en continua modificación, por lo que experimenta en sí misma la tragedia del devenir y la contradicción. La misión del alma es conocer el lógos universal y penetrar en sí misma: «Los límites del alma no podrás hallarlos aunque transites todos los caminos; tan profundo es su lógos» (Fr. 45). El alma se mantiene viva por el conocimiento y gracias a él conserva su máximo carácter ígneo, sobrevive a la muerte y se une definitivamente al fuego cósmico.




Fragmentos de Heráclito (El número corresponde al orden del fragmento)


Para trabajar los fragmentos

·

Interprete los fragmentos 8, 10 y 60, colocando ejemplos de la vida diaria

· ¿Cómo interpretas el fragmento 1, 50 de la parte b, de acuerdo a lo visto en clase?

· Tomo dos fragmentos de la parte C y D y aplícalos en tu vida cotidiana, argumenta tus respuestas


A. LUCHA DE CONTRARIOS


8. Todo sucede según discordia.

10. Acoplamientos: cosas íntegras y no íntegras, convergente divergente, consonante disonante; de todas las cosas una y una de todas las cosas.

48. Nombre del arco es vida; su función es muerte.

53. Guerra es padre de todos, rey de todos: a unos ha acreditado como dioses, a otros como hombres; a unos ha hecho esclavos, a otros libres.

60. El camino hacia arriba y hacia abajo es uno y el mismo.

61. El mar es el agua más pura y más contaminada: para los peces es potable y saludable; para los hombres, impotable y mortífera.


B. El logos o razón como elemento subyacente a todas las cosas

1. Aunque esta razón existe siempre, los hombres se tornan incapaces de comprenderla, tanto antes de oírla como una vez que la han oído. En efecto, aun cuando todo sucede según esta razón, parecen inexpertos al experimentar con palabras y acciones tales como las que yo describo, cuando distingo cada una según la naturaleza y muestro cómo es; pero a los demás hombres les pasan inadvertidas cuantas cosas hacen despiertos, del mismo modo que les pasan inadvertidas cuantas hacen mientras duermen.

2. Por lo cual es necesario seguir a lo común; pero aunque la razón es común, la mayoría viven como si tuvieran una inteligencia particular.

50. Cuando se escucha, no a mí, sino a la Razón, es sabio convenir en que todas las cosas son una.

c. Concepción del alma

36. Para las almas es muerte convertirse en agua; para el agua es muerte convertirse en tierra; pero de la tierra nace el agua y del agua el alma.

45. Los límites del alma no los hallarás andando, cualquiera sea el camino que recorras; tan profundo es su fundamento.

117. Cuando el hombre se embriaga, se tambalea y es conducido por un niño impúber, sin atender por dónde va, al tener su alma húmeda.

118. El alma seca es la más sabia y la mejor.


D. Concepción de la sabiduría

17. La mayoría no comprende cosas tales como aquellas con que se encuentran, ni las conocen aunque se las hayan enseñado, sino que creen haberlas entendido por sí mismos.

34. Incapaces de comprender tras escuchar, se asemejan a sordos; de ellos da testimonio el proverbio: aunque estén presentes, están ausentes.

41. Una sola cosa es lo sabio: conocer la Inteligencia que guía todas las cosas a través de todas.

47. No hagamos conjeturas al azar acerca de las cosas supremas.

56. Se equivocan los hombres respecto del conocimiento de las cosas manifiestas, como Homero, quien pasó por ser el más sabio de todos los griegos. A éste, en efecto, lo engañaron unos niños que mataban piojos y le decían: cuantos vimos y cogimos, a éstos los dejamos; cuantos no vimos ni cogimos, a ésos los llevamos.




1. ¿Por qué la lucha de contrarios produce una armonía dinámica y no estática

2. ¿Por qué crees que es una tragedia experimentar el devenir, el cambio en nuestra existencia?

3. ¿Si todo esta continuo movimiento, por qué nos preocupamos tanto por lo que no puede volver a pasar? ¿Cuál sería tu solución



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