
DEFINICIÓN DE HISTORIA SEGÚN EL DICCIONARIO DE JOSE FERRATER MORA
HISTORIA. El término griego i)=stori/
a significa "conocimiento adquirido
mediante investigación", "información
adquirida mediante busca". Éste
es el sentido que tiene i)stori/a en el
tratado aristotélico Peri\ ta/ zw=a
i)stori/a , Historia animalium. Como la
investigación o busca aludidas suelen
expresarse mediante narración o
descripción de los datos obtenidos,
'historia' ha venido a significar "relato
de hechos" en una forma ordenada, y
específicamente en orden cronológico.
Siendo la historia un conocimiento
de hechos o de acontecimientos y, en
cierta medida, un conocimiento de
"cosas singulares", el vocablo 'historia'
ha sido usado en diversos contextos.
Francis Bacon concebía la historia
como conocimiento de objetos determinados
por el espacio y el tiempo.
Se trataba de un conocimiento de
hechos y no de "esencias" o de "naturalezas".
Por ello la historia se divide,
según Bacon, en tres grandes sectores:
la historia de la Naturaleza, la historia
del hombre y la historia sagrada. Todavía
es común distinguir entre "historia
natural" e "historia humana",
pero hay tendencia a usar "historia"
solamente en relación con asuntos humanos.
En el presente artículo trataremos
de la historia primordialmente
como "historia humana". Nos referiremos
tanto a la historia propiamente
dicha, o contenido de la historiografía,
como a la historiografía (disciplinas
históricas, ciencia histórica, etc.).
De acuerdo con una de las "Observaciones" que figuran al principio de la
presente obra, escribiremos "historia"
al referirnos a la realidad histórica, e
"Historia" al referirnos a la ciencia
histórica o historiografía. Sin embargo,
en algunos casos esta convención
no resulta suficiente. En efecto, en la
llamada "filosofía de la historia" se
trata tanto de la realidad histórica
como de las disciplinas históricas, siendo
a veces difícil distinguir entre una
y otra. El inconveniente que ofrece
esta frecuente ambigüedad está a menudo
compensado con una ventaja: el
de que, en rigor, ciertos conceptos se
refieren tanto a la "historia" como a
la "Historia" y a las relaciones entre
ambas.
Nos ocuparemos aquí de la historia
—y de la Historia— en cuanto objeto
de reflexión filosófica. Esta reflexión
ha recibido, desde Voltaire, el nombre
de "filosofía de la historia". Bajo
este nombre se entienden muy diversas
investigaciones, análisis y especulaciones.
Las ordenaremos bajo dos
secciones: (I) Filosofía formal de la
historia (y, reiteramos, de la Historia)
y (II) Filosofía material de la historia.
Los adjetivos 'formal' y 'material'
son usados aquí como nombres cómodos
y relativamente adecuados. Pero
su significado es más amplio —e, inevitablemente,
más vago— del que
tienen tales adjetivos en otros contextos.
En efecto, bajo el nombre 'formal'
entendemos todas las investigaciones,
análisis y hasta especulaciones que se
ocupan de la naturaleza de la realidad
histórica, de los hechos históricos, de
los conceptos fundamentales de la
Historia, etc., etc. independientemente
de la historia "concreta", la cual es
traída a colación usualmente a modo
de ejemplo y aclaración de las nociones
presentadas. Bajo el nombre
material' entendemos todas las investigaciones,
análisis y, sobre todo, especulaciones
que tienen como objeto
directo la historia "concreta" y que
aspiran a ordenar los hechos históricos
de diversos modos. La filosofía formal
de la historia (y de la Historia) es
principalmente, pero no exclusivamente,
de carácter crítico. La filosofía
material de la historia es principalmente,
pero no exclusivamente, de carácter
especulativo. La filosofía formal
se ocupa primariamente de conceptos;
la material, primariamente de hechos.
Aunque mantendremos la apuntada
división de la filosofía de la historia
en dos secciones, no olvidaremos que
se trata de una división en gran parte
convencional. En efecto, no es infrecuente
que problemas "materiales" se
entremezclen con problemas "formales"
y viceversa. La dificultad de distinguir
entre lo "formal" y lo "material"
en el sentido aquí introducido se
manifiesta también en la exposición de
las ideas de los propios filósofos de la
historia. San Agustín, Hegel, Spengler,
Toynbee, etc., son considerados como
filósofos "materiales" de la historia,
pero hay en ellos abundantes consideraciones
del tipo de las que llamamos
"formales". Por otro lado, Rickert,
Collingwood y filósofos "analíticos"
como Hempel, Mandelbaum, etc. son
considerados como filósofos "formales"
de la historia, pero hay en algunos
de ellos ciertas consideraciones
que implican ideas sobre la "filosofía
material de la historia".
I. Comenzaremos con la filosofía
formal de la historia. Según indicamos,
lo más característico de ella es
que, en vez de ocuparse de ordenar la
historia "concreta", interpretarla y
buscar acaso su "sentido último", se
ocupa de los conceptos por medio de
los cuales se entiende, o puede entenderse,
la realidad histórica, así como
de los conceptos básicos usados en la
Historia (o historiografía). Los problemas
de la filosofía formal de la
historia (y de la Historia) pueden clasificarse
en los grupos siguientes.
Problemas ontológicos. Algunas de
las cuestiones planteadas en este respecto
son las siguientes: ¿Qué tipo de
realidad es la realidad histórica?; ¿En
qué se distingue la realidad histórica
de la realidad natural?; ¿Cuál es la
naturaleza de los hechos históricos?
Las respuestas dadas a estas preguntas
y otras similares son múltiples.
Mencionemos algunas a modo de
ejemplos. Según algunos, la realidad
histórica es una realidad sui generis,
distinta de cualesquiera otras realidades.
La llamada "historicidad" no es,
según ello, una mera característica formal
de lo histórico, sino algo así como
el constitutivum de la realidad histórica.
Según otros, la realidad histórica
no se distingue fundamentalmente de
otras realidades y hasta puede reducirse
últimamente a la realidad natural.
Ciertos autores indican que los
hechos o acontecimientos históricos
son únicos e irrepetibles, en tanto que
los hechos o acontecimientos naturales
son repetibles. Así, la Historia es una
ciencia idiográfica en tanto que la física
y otras disciplinas naturales son
ciencias nomotéticas (véase NOMOTÉ-
TICO ).
Problemas epistemológicos. Con frecuencia
presuponen algunas de las
cuestiones anteriores, pero pueden formularse
separadamente. Los problemas
epistemológicos conciernen primariamente
a la relación sujeto cognoscente-
objeto conocido (o cognoscible)
en el campo de la historia. Algunas
de las cuestiones planteadas en
este respecto son las siguientes: ¿Es el
conocimiento histórico un conocimiento
de leyes?; ¿Es un conocimiento "inmediato"
fundado en alguna forma
de "experiencia humana"?; ¿Es el material
histórico fundamentalmente conceptualizable
o simplemente intuible?;
¿Hay en la Historia categorías, y cuáles
son éstas?; ¿Es la Historia una
"ciencia social"?; ¿Qué es la verdad
histórica y cómo difiere (caso que difiera)
de otras concepciones acerca de
la verdad?; ¿Se refieren los juicios
históricos solamente a individuos, o
bien a alguna clase de "universales"?;
¿Son las leyes históricas distintas o no
de las leyes naturales?
Hay asimismo muy diversas respuestas
a las cuestiones citadas. Limitémonos
a mencionar algunas. Según
varios autores, el conocimiento histórico
es conceptualizable, aunque de
modo distinto del natural. Otros indican
que es conceptualizable de modo
semejante, o idéntico en principio, al
natural. Otros manifiestan que no es
conceptualizable y que es simplemente
directo e "intuitivo". Para algunos, la
Historia es reducible a alguna
"ciencia social", tal como la sociología,
de forma que las leyes sociológicas
pueden explicar en principio enteramente
los acontecimientos históricos.
Para otros, la Historia no es reducible
a ninguna otra ciencia, ya sea por su
carácter peculiar, ya porque, en última
instancia, no es propiamente una
"ciencia".
Hemos indicado antes que muchos
de los problemas epistemológicos están
estrechamente ligados a los que
hemos llamado "problemas ontológicos".
Algunas de las cuestiones antes
citadas muestran que tal efectivamente
ocurre. Podríamos añadir a ello
otras cuestiones que es difícil clasificar
como epistemológicas o como ontológicas
y que podrían llamarse "críticas": son cuestiones tales como las
siguientes: ¿Hay factores causales primarios
en la historia? En el caso de
que los haya, ¿se trata de factores
"materiales" —como las relaciones
económicas, las razas, etc.— o bien
"ideales" — como las ideologías, el
"espíritu de las épocas", etc.?; ¿En
qué consiste propiamente la "explicación
histórica"?; ¿Se explican los
hechos históricos mediante leyes parecidas
—aunque no necesariamente
idénticas— a las leyes naturales, o
bien mediante una especie de "sentido"?
Imagen de http://www.larioja.gov.ar/isft/images/stories/historia.jpg
No hay comentarios:
Publicar un comentario